Han sido dos salidas seguidas al mismo lugar con inmejorables resultados. Ya no conviene madrugar demasiado hasta que no calienta un poco el sol no encontraremos a los bigotudos activos.
Cualquier imitacion de terrestre que presentemos decentemente provocará la tomada de nuestros amigos en superficie y sus alocadas carreras estarán aseguradas, en mi caso fueron avispas como la que veis en la foto las culpables de la mayoría de las picadas.
Barbos como el que veis ponen a prueba el equipo sacando toda la linea y parte del backing en cuestión de segundos, autenticas locomotoras que a pesar de no ser de gran tamaño con menos de un kilo de peso pueden poner en apuros nuestros bajos y anzuelos, algo que muy pocos peces de aguas continentales pueden hacer.
Las jornadas no se alargaban más de tres horas en las cuales calculo una docena de barbos en cada una de ellas veinticuatro barbos en seis horas lo que nos da una media de cuatro barbos a la hora o lo que es lo mismo un barbo cada quince minutos, sinceramente no había hecho este calculo pero ahora que lo pienso es una barbaridad.
No se porque razón pero todos los finales de verano suelo encontrarme con la desagradable sorpresa de sacar barbos delgados sin fuerza alguna y lleno de parásitos en este embalse como podéis ver, al desanzuelarlos los parásitos se pueden ver dentro de su boca, a éste pobre barbo ya le faltaba muy poco.
Panorámica del lugar.
Panorámica del lugar.
Que preciosidad de gitanos, ya los voy echando de menos, pero me queda poco...esa avispa me gusta!!
ResponderEliminarUn saludo.